Este disparador psicológico libera intensos sentimientos de autoestima, propósito, poder y alegría dentro de un hombre. Naturalmente, se vuelve mucho más cariñoso con una mujer que puede hacerle sentir así.
De todos nuestros rasgos faciales, nuestros ojos son los más reveladores. De hecho, los agentes del FBI estudian los movimientos oculares para determinar si un sospechoso miente o no.
Pero no son solo los funcionarios del gobierno los que pueden usar el contacto visual como un medio para comprender a una persona. Tú también puedes. Los ojos pueden ser un claro indicio de los estados de ánimo, sentimientos, intenciones y pensamientos de una persona. ¿Por qué crees que se llaman las ventanas del alma?
Los ojos reaccionan automáticamente si sentimos desesperación o alegría pura. No puedes evitar que tus ojos se arruguen en los bordes cuando te ríes de un buen chiste. Así como no puedes evitar que las lágrimas caigan ante la trágica noticia.
¿Qué es un cruce de miradas?
Esto es cuando dos personas se miran justo en el momento indicado.
El cruce de miradas se interpreta como el inicio de un momento romántico. Pero más allá de ese lugar común de las películas, esa situación cotidiana desencadena una serie de reacciones en nuestra mente y en nuestro cuerpo
Cuando nos miramos de verdad, a través de los ojos podemos llegar a ver el alma del otro. Se establece una conexión tan única y especial que no se podría explicar con nada más que con esa misma mirada.
Pero para poder sentirla, para poder vivirla, debemos ser conscientes de que la única manera de conseguirlo es abriendo tanto nuestro corazón que los demás puedan llegar a ver nuestra alma también.
Almas unidas a través de la mirada, esa es la verdadera oportunidad de mirar. Y, al hacerlo, conseguir adentrarse tan profundo que alcanzamos todo lo bueno, lo malo, lo mejor, lo peor y, aun así, seguimos viendo intacta la magia pura del alma, donde no importa nada más que esa única y especial conexión.
Cuando miramos de verdad, llegamos a ver la esencia de todo.
Mirar no es simplemente dirigir nuestro sentido de la vista hacia algo concreto. Mirar es también poner nuestra atención en ello y, cuando lo hacemos, le estamos dando el espacio suficiente para existir.
Si dejamos nuestra atención sin rumbo fijo, cambiando cada vez que gira el viento con cada nuevo acontecimiento, podemos terminar por potenciar aquello que no queremos, lo que nos genera tristeza y dolor.
Pero si miramos de frente lo que hace latir nuestro corazón y nos llena de felicidad, sólo habrá espacio para ello y todo lo demás quedará en un segundo plano. Por eso es tan importante enfocarnos en lo que realmente queremos, porque es así como podrá vivir.
Una vez conocemos la importancia de nuestra mirada, debemos aceptar también su responsabilidad. Mirar es dar la oportunidad de existir. Son muchas las personas que no se atreven a mirar directamente a los ojos a los demás por un sinfín de motivos y, cuando no miramos, no estamos dejando espacio para ser, para sentir, para vivir.
Dejar de mirar a alguien es quitarle un pedacito de su existencia que, sin darnos cuenta, también nos estamos quitando a nosotros mismos.
Limitamos el acceso a nuestro corazón, impedimos la expansión de nuestra alma en los ojos de aquellos que nos miran. Pero no debemos tener miedo a mostrar la profundidad de nuestra mirada pues allí guardamos nuestra propia esencia.
¿Cuándo un hombre te mira y luego baja la mirada?
Honestamente, puede significar varias cosas, pero definitivamente significa que hay un nivel de inquietud o incomodidad.
Es posible que esta persona no esté completamente relajada o cómoda en la situación. Por eso, el hombre no podrá mirarte directamente durante mucho tiempo.
Mirar hacia abajo refleja principalmente arrepentimiento o vergüenza más que estar nervioso o tímido. Pero mucho también depende del contexto de lo que estén pasando y del contenido de la conversación.
¿Cómo saber si le gustas a un hombre por cómo te mira?
Si sus ojos son brillantes y amplios y sus pupilas están dilatadas, puedes apostar que está pensando en ti y en lo que el resto de la cita podría traerles a los dos.
Sus ojos te dicen lo que piensa su cuerpo. Él te está sonriendo, no de una manera espeluznante, deja de sonreír ahora, sino de una manera dulce y atenta.
Puede que te muestre sus blancos nacarados para que sepas que está limpio y ordenado, lo que los hombres creen que es importante para las mujeres, que lo es, pero en realidad es una cuestión biológica de mira lo que tengo. Sus cejas se moverán hacia arriba y hacia abajo, y sus gestos faciales estarán atentos.
Finalmente, todos los ojos están puestos en ti. Si le gustas y quiere ver más de ti, no podrá apartar los ojos de ti. Y sus ojos se fijarán en los tuyos.
Por supuesto, si sus ojos se mueven por todos lados y está distraído por lo que sea que esté a tu alrededor, es muy probable que no esté interesado.