Sé dueño de tu parte de la responsabilidad: El primer paso es presenciar gentil y amorosamente tu propio comportamiento. Si tiendes a castigarte por los errores, esto puede ser un desafío. Pero haz tu mejor esfuerzo. Todos somos humanos, todos nos equivocamos.
Su ego puede intentar echarle la culpa o ponerse a la defensiva en un intento de protegerlo del dolor. De nuevo, solo sea testigo. Es posible que incluso desee agradecer a su ego por hacer su parte para protegerlo, y hacerle saber que lo tiene.
- Perdónate a ti mismo: Cada momento es una oportunidad para cambiar, ver las cosas de manera diferente y cambiar tu energía. Cuando cometas un error, conoce ese momento con una vibra diferente. Perdónate a ti mismo al instante. El perdón radical es una de las mejores herramientas para vivir una vida milagrosa. El autoataque te mantiene atrapado en el miedo, el caos y los patrones negativos. Perdonarse es lo que le ayuda a sanar y crecer.
- Podemos Elegir El Amor: Cuando cometemos un error o actuamos desalineados con nuestro ser más elevado, es fácil revolcarse en el arrepentimiento y la vergüenza, desviar la culpa para evitar presenciar nuestro comportamiento o adormecerse con bebidas, drogas u otros patrones adictivos. Cuando nos equivocamos, podemos salir. Podemos asumir la responsabilidad, disculparnos y elegir ver el regalo en una experiencia dolorosa. Podemos elegir el amor.
¿Qué es más difícil perdonar o pedir perdón?
Es difícil pedir perdón. Cuando sabemos que hemos perjudicado a alguien, es mucho más probable que simplemente permanezcamos en silencio e ignoremos el problema, con la esperanza de que simplemente desaparezca. O cuando finalmente tengamos la conversación, muchas veces calificaremos nuestras disculpas con pero y si solo es.
Hay tres razones por las cuales pedir perdón es tan difícil para nosotros:
- Pedir perdón es difícil porque elimina nuestro poder: Parte de la razón por la que pedir perdón es tan difícil es porque es inherentemente humilde pedir perdón. Cuando realmente pides perdón, te estás arrojando a la misericordia de otro. Les estás diciendo que necesitas algo que solo ellos pueden otorgar, y depende totalmente de ellos si lo hacen o no. En resumen, pedir perdón nos quita el poder de relación y se lo da a otra persona. Y esa vulnerabilidad es, para muchos de nosotros, muy aterradora.
- Pedir perdón es difícil porque no sabemos qué respuesta vendrá: Ahí estás. Metafóricamente de rodillas, pidiendo perdón. ¿Y qué pasa después? No sabes si él será favorable y amable, o si ella estará amargada y enojada. Es posible que le aseguren su amor continuo o que le digan que mantenga su disculpa. Sí, has hecho mal, pero aun así es valiente presentarte para pedir perdón, y eso se complica porque la respuesta de la otra persona está fuera de tu control.
- Pedir perdón es difícil porque tienes que enfrentarte a tu verdadero yo: Hay muchas cosas que a todos nos gustaría pensar que estamos arriba. Pequeños pensamientos, acciones vengativas, actitudes punitivas: esto es lo que hacen los niños, ¿verdad? Y sin embargo, ninguno de nosotros está exento del mal en el corazón humano. Cuando realmente eres dueño de lo que has hecho al pedir perdón, tienes que enfrentar la incómoda verdad sobre ti mismo. Es decir, que usted, sin importar la edad, la madurez, la medida o la espiritualidad con la que le gustaría pensar en sí mismo, no está por encima de esto.
¿Cuál es la importancia de pedir disculpas?
Hay muchos beneficios probados de disculparse. Cuando dices que lo sientes, restaura la dignidad de la persona lastimada y la hace sentir mejor. La parte ofendida, que recibe la disculpa, desarrolla empatía hacia el delincuente, lo que transforma su sentimiento de dolor en perdón.
Una disculpa puede restaurar la confianza y la comprensión de una relación, ya que contribuye a un sentimiento de seguridad y hace que tanto el receptor como el donante se sientan cómodos y respetados. Por lo tanto, disculparse les ayuda a usted y a su ser querido a mantenerse conectados emocionalmente y fortalece el vínculo entre ustedes dos.
Cuando se disculpa sinceramente, y se restablece esta confianza y comprensión, una persona puede comenzar a verlo desde otra perspectiva. Tendrán una mayor tendencia a pasar por alto sus defectos y resaltar sus virtudes.
Una disculpa efectiva no solo cura la herida de la otra persona, sino que también disuelve tu culpa. Con el tiempo, desarrollas un sentido de autoestima y La capacidad de avanzar rápidamente. También sirve como elemento disuasorio, para que no repita los mismos errores nuevamente.